miércoles, 18 de enero de 2017


LOS PARACHICOS, LEYENDA Y TRADICIÓN EN CHIAPA DE CORZO

Una curiosa historia dio vida a estos personajes que, ataviados con máscaras y bailando al ritmo de la marimba, inundan de bailes, alegría y color las márgenes del río Grijalva en Chiapas.







Chiapas se destaca por la belleza de su naturaleza, por su rica y compleja historia; en su fértil territorio han vivido -desde la época prehispánica- diversos grupos como los tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, zoques y chiapanecas. Entre la población de nuestros días se cuenta la historia del suicidio colectivo de estos últimos ante la inminencia de la dominación española. Los chiapanecas eran particularmente agresivos. Su poderío militar era tal que se duda que alguna vez fueran conquistados por los aztecas.
Se cuenta que esta notable población se acabó, no porque los conquistadores la hubiesen sometido, sino por la decisión propia de quitarse la vida antes que aceptar la dominación. Inútilmente, Luis Marín sometió Nandalumí (Pueblo grande) en 1524, pues pronto sus pobladores volvieron a sus viejas costumbres. En 1528, sabedores de la fiereza de los indios chiapanecas, los españoles, al mando de Diego de Mazariegos, iban muy bien armados y con el apoyo de los pueblos vecinos, llegaron hasta el Peñón de Tepechtía, en el Cañón del Sumidero, donde, se dice, se libró la última batalla contra los valientes nativos.
Al verse cercados por el enemigo, familias enteras de chiapanecas se arrojaron al precipicio; las aguas del río se tiñeron de rojo. Conmovido ante el hecho, el capitán español cesó el combate. Con los sobrevivientes surgieron las primeras encomiendas y en las orillas del río fue fundado un nuevo pueblo: Villarreal de los indios, la Chiapa de los indios: Chiapa de Corzo, que con la Chiapa de los españoles: San Cristóbal de las Casas, dieron nombre al estado. Realidad o ficción, para los chiapanecos, la leyenda del Sumidero es un símbolo de la lucha por la ansiada libertad.



0 comentarios:

Publicar un comentario